Podría echar a llorar durante miles de horas seguidas, expulsar mil millones de lágrimas y que con ellas se vaya el dolor que tengo por dentro. Podría hacerlo perfectamente pues nada me lo impide y no te creas que no se me pasó por la cabeza en algún momento la idea. Es la solución más simple pero no me gustan las cosas fáciles. Es sencillo sentarte a ver la vida pasar mientras lloras, lo difícil es sacar la sonrisa e intentar salir a ver la luz del sol y el azul del cielo. Creo que me conoces lo suficiente y ya sabes, no pienso perder mi tiempo sin hacer nada, no me gusta desaprovechar los segundos pues quizás no me queden demasiados. Quizás has oído eso que dice que la vida son dos días pues puede que el segundo de mis días llueva, así que no pienso perderme lo que me queda del primero por si las moscas.
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