08 febrero 2011

Tiempo al tiempo, el tiempo acabará por ganar la partida.


El tiempo es ese continuo cambio del antes al después, pasando por los ahoras.
Son estos ahoras los que nos hacen sentir de distintas formas el mismo transcurso del tiempo, haciendo que en determinadas circunstancias el tiempo parezca estirarse o acortarse según el estado de animo en el que nos encontremos, y es por ese sentimiento totalmente irracional pero absolutamente real, de que el tiempo es distinto para cada momento que escribo este pensamiento.
El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan. Demasiado rápido para aquellos que temen. Demasiado largo para aquellos  que sufren. Demasiado corto para aquellos que gozan. Demasiado eterno para aquellos que aman. Demasiado bello para aquellos que sobreviven.
Y al sobrevivir, aprenden a valorar su libertad. Y al sobrevivir valoran su capacidad de decidir, aprenden a perdonar y amar. Y al sobrevivir aprendan a volver a vivir. Ya que este tiempo, es nuestro tiempo. Ya es tiempo de que lo valoremos sin tener que enfrentar la muerte, pues esta invitada, compañera eterna de la vida llegará a tiempo.








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